martes, 7 de abril de 2009

La Semana Santa

Soy natural de Salamanca, madrileña de por vida y por sólo una semana, sólo zamorana. Durante la Semana Santa zamorana, es la tradición la que hace a la religión y no al contrario. Son los ritos los que generan el fervor y no las imágenes de los pasos.

Zamora yace adormecida el resto del año, con sus ojos cerrados entre piedras labradas, piensa, espera, acumula energía. Pocas semanas antes las obras de la ciudad terminan, los andamios se quitan para mayor esplendor, como si la época de elecciones se acercara, y se rejuvenece la ciudad. Pero esto es sólo fachada, porque Zamora esconde un secreto impalpable, sólo visible en la oscuridad a la luz de las antorchas.

Es de noche, la procesión avanza a oscuras, las luces tiemblan y se esconden, hace frío. Suena un miserere, los murmullos se esconden, el silencio sepulcral de la magia de un respeto inmemorial. El tiempo se detiene y da marcha atrás, la Historia comienza en su mitad.

Porque durante una semana, Zamora es mucho más que un pasado glorioso y un futuro en la sombra, es una puerta en el tiempo

3 comentarios:

Jainelys dijo...

Ola preciosa! Tienes un premio en mi blog, eh.. jijiiji me encanta como escribes, sigue asi.. Besitos!

Jain

Exhalación dijo...

tia me ha encantado. Si es que que amor tienes a Zamora, a Salamanca, pero a Zamora...
Que pena que mi palabra no se cumpliera y no pueda ir a Zamora estos dias contigo, por culpa de estudiar. El proximo año estaré a tu lado viviendo esa experiencia.
Un salutito y besitos

Exhalación dijo...

Mi hermosa princesa de las letras, entra en mi nuevo blog porfis a ver que te parece.

http://palabrasenlasnubes.blogspot.com/

Borre el de Un mundo para Caly, me aburria, a ver que tal este, un besazo

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