
La manzana dorada era verde y diez veces más grande que el castillo que la contenía. Custodiada por un dragón de un blanco tan oscuro como la noche, la manzana se sentía insegura. Ella quería otra mascota, un peral que diera huevos, algo más grande que ella, pero no tanto como su castillo.
2 comentarios:
ajaj es muy bueno, ciertamente absurdo. Esto si que es un nosense.
Es genial.
un beso
AH!! es genial! es un sinsentido absoluto.
Lo adoro!
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