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lunes, 28 de noviembre de 2011

El Almendro y la Luna

Han visto enamorada a la luna

En las flores de febrero

La han visto sonrojarse en secreto

La han visto dormirse en tus besos


Escribe la nieve su prosa

Grabando en el cielo, locura

Escribe celosa, una burla

El amor del almendro y la luna


Traición en el viento, teatro

Las nubes hoy tapan la luna

El astro del trono es echado

El almendro y la nieve desnuda.


Abandona el invierno su lecho

El tiempo ha parado el momento

Engañada la dama enloquece

Su amante es hendido en el hielo


La luna ha saltado del cielo

Su cuerpo aún flota en el agua

Su grito rasgando el silencio

Su voz en el Águeda ahogada


Tristes palabras son aquel último verso

Donde llora el poema, al morir en el Duero

martes, 13 de septiembre de 2011

A ti que te vas

A ti que te vas

Y no dices si vuelves

Te he ofrecido dos besos

Y me he llevado un abrazo

Y mis ojos preguntan

Y tu voz no contesta

Y hoy el viento susurra

"Y si te vas y no vuelves"



Está tu piel aferrada

por un segundo a la mía

En tu espalda mis dedos

Mi cintura en tus brazos

Esta es nuestra suerte

No me sueltes que caigo

Me murmura tu cuerpo

"Yo me voy y no vienes"



Hay un "hasta" muy triste

que respira hoy el aire

Nos rodea y te lleva

Pues tras él está el "siempre"

Mi barbilla en tu cuello

Y en tu oreja mi frente

que es el "hasta" de aquellos

Que no vuelven a verse



Deberías soltarme,

Y tú apretas más fuerte

En mi garganta hay un nudo

Y no dices que vuelves.

domingo, 20 de diciembre de 2009

Cuentos de la Frontera


Hay momentos buenos y momentos malos, situaciones extrañas donde la casualidad aun no ha jugado su última carta y rutinas que esperamos que se rompan en cualquier instante. Hacia el final de los tiempos, hasta la más bella palabra morirá y no podemos impedir que las grandes hazañas hayan nacido para olvidarse un día.
Mientras tanto, la vida en el gran universo, moribunda luchará por su existencia, pero cuando extenuada, reciba su último golpe, con el inicio de su último suspiro, llorará la eternidad su pérdida y entre lágrimas buscará sus huellas.
Fregeneda. Literalmente, el fin del mundo. El atardecer se despidió donde el Águeda y el Duero se funden en un largo beso, y el sol bostezaba entre un mar azul de colinas portuguesas. Allí, donde el orden es desafiado desde la otra orilla, por un bosque salvaje de almendros y chumberas. Allí, donde la tierra cae en ondas cuando baja. Allí, en la frontera. Allí, literalmente, el fin del mundo.
Cae la noche y es el silencio quien llega corriendo. Una voz que sufre callada, camina hasta mi cama y desde su memoria, comienza un cuento.

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