domingo, 11 de diciembre de 2011

Había olvidado que yo también tenía corazón

Había olvidado que yo también tenía corazón.

No hablo del músculo cardiaco que se contrae y expande. Latiendo rítmico y extraño en las profundidades de mi pecho. Hablo de aquel sobre el que se regocija y sufre mi alma, el que hace brillar mis ojos y vibrar hasta el último rincón de mis entrañas. Hablo del contrapunto de la razón. Hablo porque tengo que hablar,Y porque a veces es bueno hacer rabiar a mi parte sensata.

Había olvidado que yo tambien tenía corazón.

Y lo frágil que era. Y lo sencillo que era verlo deshacerse en mil pedazos y lo difícil que resultaba recomponerlo. No recordaba su impertinencia ni su osadía. Ni su orgullo, ni su altivez. Ni cómo se aferraba a la nada y la llenaba de esperanzas, de historias habidas y por haber, de esperanzas vanas.

Había olvidado que yo también tenía corazón.

Aunque ya no cantara, aunque ya no gimiera. Aunque ya no suspirara por nadie, seguía ahí.  La bruma le envolvía, pero seguía siendo el mismo. Ingenuo e infantil. Bravo y temerario. Dulce y terrible. Descuidado y cabezota. Normalmente, idiota.

Había olvidado que él dictaba y yo escribía, que yo era el caballo y que él sujetaba las riendas.

Y que el día que decida lanzarse al vacío, yo, gustosa, saltaré con él.

lunes, 5 de diciembre de 2011

Si un día te despierta la Aventura

Con los ojitos legañosos uno se despierta por la mañana, y poco se para a pensar con qué pie se levanta de la cama. Si viene la Aventura, apenas te das cuenta mientras remoloneas entre las sábanas. No la sientes seguirte mientras bajas con sueño las escaleras, ni mientras desayunas ajeno a lo que se te viene encima.

Y de pronto, ¡ZÁS! Allí está, la ves, la reconoces y nunca sabes si debes alegrarte o maldecirla. Puedes estar esperando al autobús o charlando con un amigo, que si ella llega y te saluda, se sentará a tu lado. Suena una nota de peligro. Hay un perfume en el aire. Aventura te toma la mano y te lleva.

En el bar de la Memoria, te hace entrar y te invita a una copa. La camarera tiene por nombre Locura, y lo que te sirve es tu destino. Una nueva dama se acerca y se presenta. Casualidad se dice llamar. No es ni bella, ni fea, no es lista, pero tampoco tonta. Es la reina de aquel que sueña, esla suerte de los valientes y la suerte dando bandazos.

Y entonces sueltas una carcajada porque no sabes lo que te espera.

Toda vida es una gran historia.
¿Su género? La comedia.

Mi lista de blogs