Nunca supe cuándo ni cómo llegó, cuánto tiempo llevaba allí quieto espiándome o qué fue lo que pensó de mí en esos instantes. Se acercó a mí por detrás, con el sigilo de un gato, lentamente. Tanto, que aún estando yo alerta, no me percaté de su presencia. Solo le vi cuando por un soplo de casualidad, giré la cabeza y allí estaba. Se tuvo que oír como mi corazón se paraba y volvía a su trabajo con más fuerza, mis ojos se abrieron de par en par y una oleada de pánico me inundó el pecho. Volví a mirar al frente, imaginando que se marchaba o que tan sólo era una jugarreta de mi mente, con mis latidos totalmente desbocados
-¿Qué haces?-preguntó una voz sorprendida a mis espaldas, con un timbre suave y dulce, grave y armonioso en la noche, como el susurro del viento o el raspar de las olas en la arena.
Algo raro ocurrió en mí, algo que me hizo actuar de forma poco corriente. Me embargaba una misteriosa sensación de seguridad y misterio, de hechizo y ensueño, tal vez mágica.
Lentamente alcé la vista hacia donde se encontraba. Estaba demasiado oscuro y apenas pude definir sus rasgos. Era alto, más aún que yo, vestía ropas oscuras y su silueta era delgada. Tenía el pelo corto y se reflejaba castaño, los ojos muy grandes y me miraban fijamente.
Mis labios fueron cautelosos y decididos esta vez, impregnando mi voz de un extraño desafío.
-Mirar las estrellas
-¿Qué haces?-preguntó una voz sorprendida a mis espaldas, con un timbre suave y dulce, grave y armonioso en la noche, como el susurro del viento o el raspar de las olas en la arena.
Algo raro ocurrió en mí, algo que me hizo actuar de forma poco corriente. Me embargaba una misteriosa sensación de seguridad y misterio, de hechizo y ensueño, tal vez mágica.
Lentamente alcé la vista hacia donde se encontraba. Estaba demasiado oscuro y apenas pude definir sus rasgos. Era alto, más aún que yo, vestía ropas oscuras y su silueta era delgada. Tenía el pelo corto y se reflejaba castaño, los ojos muy grandes y me miraban fijamente.
Mis labios fueron cautelosos y decididos esta vez, impregnando mi voz de un extraño desafío.
-Mirar las estrellas
Esas fueron exactamente mis palabras.
2 comentarios:
me encanta!!! eres genial!!!! me encanta como escribes eres impresionante!!!
soy ana
Me encanta como escribes. En este texto en concreto me gusta:
"Mis labios fueron cautelosos y decididos esta vez, impregnando mi voz de un extraño desafío"
Te parecerá una tontería, pero hay gente que en un diálogo se limita a poner "Y le dije a Fulanito" y eso estropea cualquier cosa que le vaya a decir.
Bueno, Un beso (:
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