Ayer fui incapaz de recordar tu rostro, el tiempo ha acabado por desdibujarlo; y sin embargo, aún me quedan dos cosas tuyas gravadas a fuego en la memoria, lastima que el olvido las olvidara. He perdido tanto tiempo, tantas lágrimas, tantos suspiros, tantos sueños, esperanzas e ilusiones en lo que para ti no significó nada, que lo único que puedo hacer es sentirme estúpida y humillada. Te he odiado y amado tanto por nada, que cuando resignada escondo tu recuerdo aún sigue devorándome la duda. Me pregunto por qué ahora después de tantos años me tienta enfrentarme a ti y a lo que la verdad conlleva, te he inventado demasiadas veces.
¡Tus ojos! ¡qué fácil sería pasar página sin tus ojos! Esa mirada atravesándome, esa expresión en tus pupilas mirándome fijamente, ¿tenían acaso sentido? ¿y por qué, dime. tu voz es aún tacto áspero en mi piel.
Unos ojos que hablan, y el eco en el que aún perduras mi alma.
1 comentario:
Que no te suene estúpido, pero tu blog, o mejor dicho, tus textos tienen un tono diferente a de la mayoría. Iba a decir un tono importante, o serio o sincero, creo que no se definirlo. Espero que no te parezca tonta. Es el único por el que me paso a leer con frecuencia. Leerte da gusto.
Un precioso laberinto este último, qué manera de escribir. (:
Publicar un comentario