A veces hago cosas que no debo. Como dar vueltas y vueltas sobre temas cuyo roce solo puede hacerme daño. A veces hago cosas que no tienen explicación, como escribir una palabra sobre una hoja, quedarme mirándola, y después tacharla hasta que queda ilegible.
A veces sé que no debería soñar tanto, que debería bajar de mi reino de nubes, y empezar a vivir de verdad. Pero a veces no tengo un final feliz, a veces me toca morder el polvo y levantarme del suelo, y nunca nada se me ha dado tan bien como cerrar los ojos y sentarme a imaginar, para así después poder sonreir.
Cuando sólo queda soñar se hace condena.
Pero es una hermosa condena.
1 comentario:
Muy bueno, intimista, sencillo... A ver como se hace para seguirte aqui en el blog :)
Publicar un comentario